TABACO Y MALA SALUD VISUAL.

A pesar de esta cifra, el 86% de la población adulta desconoce que fumar también está asociado a un incremento del riesgo de sufrir alteraciones oculares.
Está demostrado que el tabaquismo acelera el proceso de envejecimiento celular y agrava las distintas enfermedades atribuibles al paso de los años, sobre todo, las Cataratas y la Degeneración Macular Asociada a la Edad (DMAE). Sin embargo, aunque el 46% de los pacientes son fumadores, los resultados ponen en evidencia que hasta un 78% desconoce esta relación con la Cataratas y un 62% su relación con la DMAE.

Se considera que el tabaco provoca y agrava las Cataratas, ya que este trastorno es un 45% más frecuente en la población de fumadores. Esto se debe a dos mecanismos: la acción directa de las sustancias tóxicas del humo en los ojos y la liberación en los pulmones de elementos químicos que llegan al globo ocular. La pérdida de visión está relacionada con la disminución de nutrientes y antioxidantes que genera el humo, responsables de mantener la transparencia del cristalino que, tras la oxidación, tiende a deteriorarse.
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